Número de edición: 74
Editorial julio

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Editorial

El Poder transformador de las Entidades del Sector Solidario y Cooperativo en Colombia

Celina Salomé Hernández de Casas
Profesional SAC
Banco Cooperativo Coopcentral

Este año, celebramos la edición 102º del Día Internacional de la Cooperativas y la 30° desde que fuera proclamado por la ONU. El lema escogido para 2024 fue “Las cooperativas construyen un futuro mejor para todas las personas”.

Esta vez, las cooperativas tienen la oportunidad de recordar cómo han contribuido a lo largo de la historia a construir un mejor futuro, y cómo siguen haciéndolo hoy, además de mostrar cómo se esfuerzan para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030.

En un país como Colombia, donde las desigualdades socioeconómicas y los desafíos ambientales son marcados, las entidades del sector solidario y cooperativo emergen como poderosos agentes de cambio. Estas organizaciones, guiadas por principios de solidaridad, equidad y sostenibilidad, tienen el potencial de construir un futuro mejor para todos los colombianos. Su contribución se alinea perfectamente con los ODS de la ONU, proporcionando soluciones inclusivas y sostenibles a problemas complejos.

La esencia del sector solidario y cooperativo en Colombia

El sector solidario y cooperativo en Colombia abarca una amplia gama de organizaciones, incluyendo cooperativas, fondos de empleados y asociaciones mutuales. Estas entidades se caracterizan por su enfoque en la gestión democrática y la participación de sus miembros. A diferencia de las empresas tradicionales, su objetivo principal no es el lucro, sino el bienestar colectivo y el desarrollo sostenible de las comunidades.

Contribución a los ODS

  1. Fin de la pobreza (ODS 1): Las cooperativas agrícolas colombianas, como muchas en Nariño y Boyacá, permiten a los pequeños productores acceder a mercados justos y obtener precios más altos por sus productos. Además, las cooperativas de ahorro y crédito, presentes en todo el país, ofrecen servicios financieros accesibles, promoviendo la inclusión financiera y reduciendo la pobreza.
  2. Hambre cero (ODS 2): Las cooperativas agrícolas no solo mejoran la productividad y la seguridad alimentaria, sino que también promueven prácticas agrícolas sostenibles. Esto contribuye a un sistema alimentario más resiliente y justo en regiones como el Eje Cafetero y la región Caribe.
  3. Educación de calidad (ODS 4): Las cooperativas educativas y las entidades del sector solidario invierten en programas de educación y formación, empoderando a los colombianos con conocimientos y habilidades necesarias para un futuro mejor. Ejemplos notables incluyen las cooperativas escolares en Bogotá y Medellín.
  4. Igualdad de género (ODS 5): Las entidades cooperativas fomentan la participación equitativa de las mujeres en la toma de decisiones y en posiciones de liderazgo, promoviendo la igualdad de género y empoderando a las mujeres en todas las esferas de la vida. En muchas regiones rurales, las cooperativas de mujeres son un motor de desarrollo local.
  5. Trabajo decente y crecimiento económico (ODS 8): Las cooperativas crean empleo digno y sostenible, con condiciones laborales justas y respetuosas de los derechos humanos. Además, fomentan el espíritu emprendedor y la creación de empresa en ciudades y zonas rurales.
  6. Reducción de las desigualdades (ODS 10): Las organizaciones solidarias y cooperativas trabajan para reducir las desigualdades, promoviendo la inclusión social y económica de los grupos más vulnerables, incluyendo poblaciones indígenas y afrocolombianas.
  7. Acción por el clima (ODS 13): Las cooperativas y entidades solidarias están a la vanguardia en la adopción de prácticas sostenibles y en la lucha contra el cambio climático, desde la gestión de los recursos naturales hasta la promoción de energías renovables en regiones como la Amazonía y los Llanos Orientales.

Desafíos y oportunidades

Aunque el sector solidario y cooperativo en Colombia tiene un potencial enorme, también enfrenta desafíos significativos. La falta de visibilidad, el acceso limitado a financiamiento y la necesidad de fortalecer la gobernanza interna son obstáculos que deben superarse. Sin embargo, las oportunidades son grandes. El apoyo de políticas públicas favorables, la formación de alianzas estratégicas y la adopción de tecnologías innovadoras pueden catalizar el impacto de estas organizaciones.

Un llamado a la acción

Para que las entidades del sector solidario y cooperativo en Colombia alcancen su máximo potencial, es crucial que todos los actores –gobiernos, sector privado, sociedad civil y ciudadanos– se unan en apoyo de estas organizaciones. Invertir en el sector cooperativo y solidario no solo es una inversión en el desarrollo sostenible, sino también en un futuro más justo y equitativo para todos los colombianos. Su compromiso con los valores de solidaridad, equidad y sostenibilidad las posiciona como líderes naturales en la consecución de los ODS. Ahora más que nunca, es vital reconocer y apoyar su papel transformador en la sociedad colombiana.